¿Qué es la biodanza?
La biodanza es un sistema de crecimiento personal, con bases en la Biología, entendiendo que lo orgánico y lo psíquico no son más que dos aspectos de una misma realidad. Partiendo de esa percepción global de la persona, la Biodanza tiene como objetivo principal la integración del ser humano con relación a sí mismo, a sus semejantes y a su entorno "Un sistema de integración afectiva, renovación orgánica y reaprendizaje de las funciones originales de la vida..." Rolando Toro.
¿En qué se basa la biodanza?
La Biodanza se sirve de una secuencia de ejercicios integradores, inducidos y estimulados por la música, el canto orgánico y la danza, tanto individual como grupal para rescatar y reforzar las cinco líneas básicas de expresión del potencial humano: vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia.
¿En qué nos puede ayudar la biodanza?
Los beneficios que la práctica regular de la biodanza ofrece son:
- Disuelve las tensiones motoras crónicas.
- Favorece un estado de buen humor.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Refuerza la autoestima y la valoración del propio cuerpo.
- Estimula un buen contacto interpersonal.
- Nos ayuda a encontrar nuevas motivaciones para vivir.
Origen e historia de la biodanza
El prefijo "BIO" tiene su origen en el término griego bios que significa VIDA. La palabra "DANZA", de origen francés, significa movimiento integrado y con sentido. Así se construye el término Biodanza, una metáfora que significa la "Danza de la Vida".
Biodanza es un sistema creado por Rolando Toro, psicólogo y antropólogo Chileno, hace cerca de 40 años, que se inspiró en fuentes antropológicas y etológicas. Los fundamentos teóricos de la Biodanza provienen de la Biología, ciencia de la vida.
Toro realizó experiencias clínicas con pacientes psiquiátricos para verificar las vivencias que la música puede inducir en las personas. Llegó a la conclusión de que cada perturbación requiere unos determinados estímulos musicales y que la música tiene un poder curativo capaz de modificar estados físicos y emocionales crónicos.
La investigación se desarrolló a lo largo de 25 años de confrontación con la realidad, hasta llegar a la elaboración de un modelo teórico científico, de carácter biológico, que, partiendo del potencial genético inherente a los seres humanos, propone unas líneas de vivencia, o necesidades vitales diferenciadas, que las llamó líneas de Vitalidad, Sexualidad, Creatividad, Afectividad y Trascendencia, que permiten y estimulan el desarrollo de dicho potencial genético.
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